Películas, ex's y un largo etcétera pueden descubrirnos lo que después formará parte de la Banda Sonora de nuestra vida. Todo puede enriquecerse o chirriar gracias a las transiciones musicales. A veces con unas escasas notas se nos viene el nombre del videojuego a la cabeza (y muchas horas de disfrute que nos hizo pasar), como me pasa con la del inicio del Fallout 4. Quizás las melodías calcen más en las historias narrativas, por aquello de estar todo más atado y no estar tan sujetos a la imprevisibilidad del jugador interactuando con su personaje.
En Life is Strange se ajusta todo perfectamente. Cada sentimiento/vivencia de Max o Chloe están potenciados. Tal vez me entusiasmó más en la primera entrega (y no sólo las melodías, pero ese es otro tema) y puede que fuese uno de los motivos que impulsó aquella peculiar guía que nos marcamos A. Moreno y yo.
PD: Mientras escribía esta locurilla me puse a buscar música de videojuego en YouTube y en los relacionados apareció un vídeo que os recomiendo de @FuKuy (Música y videojuegos con Jaime Altozano).
Texto de Saray Pavón
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