El hombre que perseguía su sombra me dejaba un sabor agridulce y pese a ello nada más terminarlo me adentré en La chica que vivió dos veces. En tramos se nota otro aumento de nivel en la escritura de David y eso se agradece (también que termine su incursión en Millennium).
Son 578 páginas en la edición de Destino. Y, sí, también le sobran unas 100 páginas de repeticiones y explicaciones de papilla. En el prólogo se cuenta la historia de un mendigo que muere en soledad. La primera parte nos habla de los desconocidos, aquellos que mueren sin nombre e incluso sin tumba, otros son una cruz blanca en un campo minado de ellas y a unos pocos le erigen un monumento, como la Tumba del Soldado Desconocido. Con el descubrimiento de la muerte del mendigo comienza el final de esta historia.
Cuando aparece un muerto siempre hay quien revisa sus bolsillos. Lo material que dejan en algunos momentos traza un halo de luz que desvela la personalidad y su historia. Entre las pertenencias de este sin nombre se encuentra el teléfono de Mikael Blomkvist (ya sabemos que una de las tramas será el dúo Salander-Blomkvist resolviendo este enigma). A veces la muerte nos enseña. Muestra conocimientos que no queremos ver aunque sepamos que están ahí. Las cicatrices de nuestro cuerpo nos conforman, somos nosotros. La piel, en ocasiones, dicen más que nuestras propias palabras. A veces sólo hay que seguir las pistas genéticas.
Lisbeth avanza. Pasa de presa a cazadora. Busca, analiza y... comienza la película de Antena3 de las hermanas gemelas. Con otras subtramas de personajes que apoyan a Camilla (también conocida en su círculo como Kira), de denuncia de las fábricas en Rusia de ‘fake news’: noticias falsas y mentiras originadas por piratas informáticos capaces de propagar el odio racista e influir en las elecciones y las políticas de otros países a conveniencia, y un romance en el que se enreda Lis. con una mujer maltratada.
El fuego lo consume todo. Los rastros, la ira y la emoción inicial que tenía antes de enfrascarme en la continuación de Millennium. La olla a presión va perdiendo su fuerza y nos dan un final a lo Disney. Ese combinado azucarado ha sido el motivo de mi tardanza para escribir mis impresiones, normalmente la pereza se mete en mis venas cuando la pasión se ha evaporado. ¿Por qué te han hecho esto Lisbeth?
Conclusión: La trilogía original de Stieg Larsson es recomendable al 100% y lo dejaría ahí. La continuación de David Lagercrantz es absolutamente prescindible porque no le hace justicia a la saga Millennium.
Imagen portada del libro
Reseña de Saray Pavón
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