Hoy en día, en un mundo donde todo está informatizado, en el que
dependemos de nuestros dispositivos electrónicos, necesitamos al chamán 2.0
más cercano. Los hay charlatanes, los hay apañados y luego está nuestro
invitado. Jose Fraidías, conocido como Frai en su entorno es a la informática
lo que Noé a la construcción de barcos. Mítico. En el buen sentido, claro.
Hoy vamos a conocerlo un poco más y esperamos que en sucesivos números nos
ilumine con su sabiduría casi infinita.
Jose Fraidías – Pues no te va a gustar la respuesta me temo… Quería ser
piloto de combate. De jovencito me atraía la vida militar y de hecho hice los
exámenes de acceso a la escala superior del ejército. No conseguí plaza porque
no me preparé a conciencia, y quiero pensar que en el fondo no era mi destino.
Soy bastante feliz con la vida que tengo ahora y a saber si lo habría sido con
esa vida que me hubiese esperado, ni siquiera me lo planteo.
LiC –
Informática y videojuegos, ¿qué te llevó a qué a la hora de querer dedicarte a
lo tuyo?
J.F. –
Pues si hay que ser honesto, los videojuegos me llevaron a la informática. Yo
con 7 años ya programaba en BASIC, con mi maravilloso Sony HitBit 55p,
un ordenador MSX. He tenido Spectrum, Amstrad, Commodore…
Pasé por todo eso antes de mi primer PC x86. Pero siempre con los juegos
por delante, creo que siempre fueron el impulso para querer aprender más. Y
estamos hablando de hace 30 años: ni tutoriales en YouTube, ni foros,
ni comunidades con miles de usuarios donde uno pregunta y otros responden.
Ensayo y error amigo, y leer lo poquito que caía en tus manos en papel.
Impensable en los tiempos que corren.
LiC –
¿Crees que estamos en una especie de Matrix? ¿Has llegado mirar a tu
alrededor y ver sólo unos y ceros?
J.F. –
He llegado a mirar a mi alrededor y ver sólo tontos e idiotas. O atontados e
idiotizados, creo que se ajusta más a lo que digo. Estamos llegando a un
auténtico Matrix por culpa de las redes sociales y del estar siempre
“conectados”. Lo que están es con el cerebro y las neuronas fundidas de mirar
la pantallita del móvil, contar likes y mostrar al mundo lo molonas que
son sus tristes vidas en Facebook, Instagram, Snapchat y
cualquier otro medio “social” para “comunicarse”. Y yo que pensaba que esas
cosas de socializar se hacían con un café o una cerveza de por medio y escuchando
a la persona que tienes delante… Debo ser un informático rarito.
LiC –
¿Te han llegado a ofrecer sacrificios para sanar algún ordenador?
J.F. – A
diario. Igual que vienen a ti pensando que tienes la varita de Harry Potter y
que con un conjuro vas a solucionar su problema rápida y certeramente. ¡Y
gratis ya de paso! Me ha gustado lo de chamán 2.0 de tu presentación, pero
aunque la informática guarda misterios que ni los mismos que diseñan saben
descifrar, lo que debe primar como en el 99% de las cosas (¿de la vida?) es el
sentido común. Si, por ejemplo, tienes una empresa y no haces copias de
seguridad estás comprando todas las papeletas para que te toque una suculenta
pérdida de datos de cualesquiera de las maneras posibles. Un poquito de por
favor…
LiC –
Cuéntanos lo más raro que te ha pedido un cliente, relacionado con tu trabajo,
claro.
J.F. –
Una vez tuve que explicarle a un cliente durante media hora que era imposible
que su ordenador hiciera cosas (concretamente, descargar cosas) mientras estaba
apagado. Lo sé, no es raro. Es simplemente estúpido.
LiC –Si
de alguna forma, no sé, accediendo al sistema de archivos de un PC obsoleto,
volvieras al pasado ¿te volverías a hacer autónomo?
J.F. –
La pregunta del millón, que no ganaré nunca siendo autónomo. Pues es algo que
incluso habiendo vuelto a ser autónomo después de mi estancia en tierras
normandas no sé responderte. Lo que sí te digo es que las cosas hay que
hacerlas de forma muy distinta a como las hacía yo antes, y eso creo que lo tenía
muy claro cuando volví a darme de alta. De momento me está funcionando, espero
seguir así.
LiC –
¿Cuánto hay de verdad en la expresión “un autónomo nunca enferma”?
J.F. – No es del todo cierto. El año pasado tuve neumonía y
estuve 9 días de baja. Lo normal era haber estado 21 días, pero no pude
evitarlo. Soy una vergüenza para mi gremio…
LiC –
¿Con qué disfrutas más con el hard o con el soft… ware?
J.F. –
Con ambos. Ahí lo dejo.
LiC –
Aparte de quedarte sin curro ¿qué crees que ocurriría si hubiese un apagón
digital total?
J.F. –
Tal y como está todo hoy en día sería una bendición creo yo. Por el curro ni me
preocuparía, ya saldría otra cosa. ¿Aceptamos apocalipsis zombie como apagón
digital total? Porque al paso que vamos merecemos uno…
LiC – Ya
conozco la respuesta pero ¿ventanas o manzanas? ¿Por qué unas u otras?
J.F. –
Según para lo que lo vayas a usar. Y según lo que tu bolsillo pueda permitirse
claro. Yo creo que no hay nada que no puedas hacer con Windows que no
puedas hacer con MacOS, al revés desde luego no es así. Ya si hablamos
de diseño y tal… Otro gallo canta. Pero lo que es indiscutible es que la
“magia” de Apple se fue por el retrete el día que se fue Steve Jobs.
Y por magia me refiero a vender al mundo como “único” y “nuevo” lo que ya
estaba inventado, pero con más glamour y manzanas. Hoy en día viven de la
renta, a este paso no durarán con la competencia feroz que hay en el sector TI.
LiC –
Hace poco murió el ingeniero que propulsó el correo electrónico e instauró la
@ en nuestras vidas. ¿Ha habido recientemente o prevés algún avance de esa
magnitud?
J.F. –
Sinceramente no. Se habla mucho de la realidad virtual, la realidad aumentada,
la computación cuántica, la robótica, la conducción autónoma… Mucho ruido y
pocas nueces. Lo que vamos a ver seguro a corto plazo es un cambio de paradigma
en la automoción, impulsado a partes iguales por el coche eléctrico e
inteligente. No sé si para bien o para mal, también hay que decirlo. De aquí a
10 años seguro que vamos a ver cosas muy novedosas pero el salto tecnológico
que se ha visto en estos últimos 10 años es complicado que se repita.
LiC – En
cuanto a los móviles ¿crees que en un futuro desarrollaremos una nueva
vértebra cervical?
J.F. –
Los smartphones, que no los móviles en general, son una cárcel mental y un
medio de control sin parangón nunca antes visto en la humanidad. Nadie tiene
puñetera idea de qué se hace con cada dato que se recopila sobre nosotros en
nuestros teléfonos “inteligentes”, pero nos la pela completamente. Dame mi Candy
Crush, mi Facebook y mi WhatsApp y ya con eso soy feliz… De
la utilidad de verte tirado con el coche donde Jesucristo perdió las sandalias
y poder llamar a una grúa a ver los selfies de la vecina en su baño va un mundo
de estupidez e ignorancia por medio.
LiC –
¿Cómo es tu paraíso soñado?
J.F. –
Un lugar donde no tener preocupaciones, poder dedicar mi tiempo a lo que
realmente me gusta y mi familia y amigos. Pero es mucho pedir, lo sé.
LiC – A
una habitación del pánico con un único enchufe o una isla desierta con 4G, ¿qué
te llevarías?
J.F. –
Una lámpara y todos los libros que pudiera llevarme, para poder leer a todas
horas. Una de las penas que me llevaré para el otro lado es saber la inmensa
cantidad de libros que se han escrito y que no voy a poder leer ni el 1x10-24% de lo que hay.
LiC –
¿Cuánto hay de ciencia ficción en la informática y viceversa?
J.F. –
La ciencia ficción nos ha hecho a muchos pensar en cómo se podría hacer
realidad algo que está en nuestras cabezas, hasta que lo hemos visto en
nuestras manos. Creo que la informática le debe a la ciencia ficción mucho más
que al revés. Y aún así estamos lejos de que lo que la ciencia ficción propone
se vea, en algunos casos por suerte y en otros por desgracia.
LiC –
¿La peli o serie definitiva sobre el posible alcance de la informática?
J.F. –
Objetivamente y como tú decías vamos hacia Matrix. Subjetivamente y
porque es mi película favorita, me gustaría ir hacia Blade Runner. Sería
la mezcla de naturaleza humana y tecnológica perfecta.
LiC –
Dinos las tres cosas que nunca debemos hacer con un ordenador encendido.
J.F. –
Tirarle ninguna clase de líquido por encima, usarlo mientras hay tormentas y
ver porno. ¡Sobre todo las dos primeras!
LiC –
Dinos adiós, o hasta la próxima.
J.F. –
Siempre hasta la próxima, los adioses son muy tristes. No veáis tanta
telebasura, hablad con el que tenéis delante en vez de estar con el móvil y
comed mucha fruta y verdura. ¡VEMOS!
LiC –
Muchas gracias por prestarte a nuestras idas de bola. Desde
aquí apoyamos a los autónomos en su lucha diaria, sobre todo si tienen cosas
tan interesantes que decir.
Una entrevista de A. Moreno
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