sábado, 30 de octubre de 2021

jueves, 28 de octubre de 2021

martes, 26 de octubre de 2021

Sábanas propias

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En cuanto a la cama, la verdad es que siempre fue mi sueño acabar entre sábanas propias, pero, aunque tengo medios para adquirirlas, no quiero empezar a comprar cosas, pues no poseer nada es una de las facetas de la libertad. No poseer nada, no desear nada, es hacerse inmune a los peores golpes del destino. Pero, a la vez, es una suerte tener dinero suficiente, y sentir con ello que uno puede conseguir cosas, si lo desea, pues en ello consiste la independencia, que es otra de las facetas de la libertad.

 

Fragmento de Solo, August Strindberg.
Imagen de Pixabay.

domingo, 24 de octubre de 2021

8M: #reto365 Semana 2

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La historia del cine no sería igual sin #MaryPickford. Junto a Chaplin y Douglas Fairbanks fundó la United Artists, con la que produjo +50 pelis, y con el control sobre actuación y guiones  
 
En pleno siglo XXI,
#MalalaYousafzai sufrió un atentado que la dejó al borde de la muerte por defender el derecho a la educación de las niñas. Pero el 8M no es necesario. 

#reto365 #8M #mujeresenlahistoria #Mujeresactivistas #Mujeresluchadoras

 
Decían que
#MariaCunitz no dedicaba el tiempo que debía a las labores del hogar. Pero entonces ¿quién habría corregido los cálculos de #Kepler
 
Expuso junto a otros grandes pintores del
#expresionismo que la Historia SÍ ha recordado. #BertheMorisot fue la primera mujer en unirse al movimiento y tuvo un papel importante en él  
 
La gran
#EllaFitzgerald se ganó el éxito a base de esfuerzo, lucha y un talento desbordante en un entorno nada favorable
 
Canadá se enorgullece de presentar a la gran #MargaretAtwood. Más allá de #ElcuentoDeLaCriada, su obra e implicación con los derechos humanos es más que notable  
 
Hablar de
#videojuegos es hablar de #AmyHennig. Entre otros títulos, ha escrito y dirigido nada más y nada menos que las tres primeras entregas de la saga #Uncharted  

 

 

viernes, 22 de octubre de 2021

La hora de pelear

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no digas que no:

sí puedes cambiar el mundo.

sólo precisas
un brazo
         una mano
                  piedras:

estas son mis piedras:

llevo el pelo largo:

me enfrento en duelos de miradas
siempre que la autoridad competente me desafía:

en el autobús le cedo el asiento a los niños:
los mayores ya tuvieron su oportunidad
y no supieron o no quisieron aprovecharla:

no uso gafas de sol:
no me avergüenzo de mis lágrimas
y cuando hablo con alguien
le hablo a los ojos.

no miro a nadie por encima del hombro
y eso que mido 1 metro 85 centímetros:

no hablo de lo que no sé:

no hablo:

escribo:

escribo poemas:

estas son mis piedras, parte de ellas:

piensa en las tuyas
y recuerda:
brazo
       mano
             piedras:

pero
sobre todo

el gesto:

 

Poesía de David González
Imagen de @milivigerova

miércoles, 20 de octubre de 2021

Los fantasmas del vino

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Cuando ha llegado la mañana y de la cama revuelta te levantas,
contemplas con los ojos pegados, temblorosos,
los conocidos muros familiares, los agrupados libros,
fotografías y recuerdos, que silenciosos acompañan tu agrio despertar. 
Suenan en tus oídos todavía, ardientes músicas,
carcajadas frenéticas, frases supuestamente lúcidas.
Aún puedes ver rostros girando en la penumbra, luminosos rincones,
y sentir en cálida vecindad los húmedos labios,
la suave piel que tu mano rozara.
Todo aquello que el pesado sopor, definitivamente, ha deshecho.
Puesto en pie, vacilante, impreciso,
un momento te alejas de las cosas,
realidades y sueños se separan, confunden,
y a través de tu pecho, de tu frente,
danzan, heladas sombras, los fantasmas del vino.
Como una alfombra espesa y cenicienta
por el suelo se esparce la tristeza,
el esplendor en náuseas se transforma
y lo que fue pasión es un traje arrugado,
el traje azul que está sobre la silla.
Pronto el agua resbalará por tu cuerpo
y palabras, trabajo, te sacarán sin esfuerzo del abismo.
Otro día, uno más, vestirá tus huesos
y el protocolo de la comprensión perdonará tus leves faltas.
Los fantasmas del vino, agazapados en tenaz espera,
su segura ocasión, su revivir aguardarán:
ya los conoces, también conoces su poder,
sabes que ese instante, poderoso y breve,
en que te fundes, sin amarras te acercas
a los que tu insegura verdad, tu impotencia última y cercada comparten,
ha de volver. Mas no te importe,
entrégate, impuro y por eso mismo limpio,
muestra las cegadas rendijas de tu corazón, sus temblorosas grietas.
Paga luego el precio convenido y olvídalos,
ni alabados ni impíos, fantasmas
de una noche, tejidos de humana soledad,
doloroso testimonio que el atardecer trae
y que ahora, fugitivos, miras perderse, borrarse en la distancia.

Poema de Juan Luis Panero.
Fotografía de Pere Durán.