martes, 30 de marzo de 2021

Rising up, de Nuvolution

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Nuvolution vuelven a la carga. Ya pasaron por la Criticueva hace tiempo, allá por el 2017, cuando el mundo era un poco más "normal". Aquí mi humilde reseña. Aquel fue su debut discográfico (con ese nombre, sus miembros son ya veteranos de guerra musical). Después nos perdimos su segundo largo, Out of place, nacido en 2019. Podéis trastearlo y comprarlo, que es mucho mejor, aquí.

Y ahora vuelven con este single cargado de positivismo y que me ha recordado a Gwendal con su mejor folk y a Dave Matthews Band por su buen gusto con los arreglos. 

Si ya de por sí es un tema de corta duración, se hace aun más corto por su buen rollo y su sencillez en cuanto a la cercanía que desprende. Es como si te invitase a levantarte de allá donde estés penando y te unas alrededor de su hoguera de esperanza. Me la imagino con toda la bebida y la comida que más te apetece en ese momento y sin ninguna mascarilla ni distanciamiento alguno. Esperamos que muy pronto estén proponiendo eso mismo delante del público. 

Todo lo que queráis saber sobre la banda lo podéis curiosear en su web, Facebook, Instagram y canal de YouTube.

Por lo pronto, os dejamos con el nuevo temazo: Rising up. 

Nuvolution son:

Violin: Belén Zanetti
Flauta: Fátima Jiménez
Guitarras: Nacho Casatejada
Bajo: Guillermo Soloaga
Batería y Percusión: Guillermo Manzanares
Piano y Teclados: Txema Cabria 

Texto de Antonio Moreno
Imagen de Nuvolution

domingo, 28 de marzo de 2021

Animales de laboratorio

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El mono mira las probetas y los microscopios
y aunque nació en un lugar muy parecido a éste,
el miedo ha pulsado una tecla a saber dónde
y recuerda, sin haber visto jamás,
una selva húmeda y cenital
desde la que los suyos orinaban con delirio
sobre los leopardos dormidos.
Cuando venga la muerte
también mi pánico rebosará
los esfínteres de la memoria.
Y me perderé para siempre en los días felices,
cuando dormitaba en las ramas del caobo
y del cielo llovía la fragante alegría
de los monos.


Poema de Pedro Flores
Imagen de Pixabay



viernes, 26 de marzo de 2021

Millennium (6)

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El hombre que perseguía su sombra me dejaba un sabor agridulce y pese a ello nada más terminarlo me adentré en La chica que vivió dos veces. En tramos se nota otro aumento de nivel en la escritura de David y eso se agradece (también que termine su incursión en Millennium).

Son 578 páginas en la edición de Destino. Y, sí, también le sobran unas 100 páginas de repeticiones y explicaciones de papilla. En el prólogo se cuenta la historia de un mendigo que muere en soledad. La primera parte nos habla de los desconocidos, aquellos que mueren sin nombre e incluso sin tumba, otros son una cruz blanca en un campo minado de ellas y a unos pocos le erigen un monumento, como la Tumba del Soldado Desconocido. Con el descubrimiento de la muerte del mendigo comienza el final de esta historia. 

Cuando aparece un muerto siempre hay quien revisa sus bolsillos. Lo material que dejan en algunos momentos traza un halo de luz que desvela la personalidad y su historia. Entre las pertenencias de este sin nombre se encuentra el teléfono de Mikael Blomkvist (ya sabemos que una de las tramas será el dúo Salander-Blomkvist resolviendo este enigma). A veces la muerte nos enseña. Muestra conocimientos que no queremos ver aunque sepamos que están ahí. Las cicatrices de nuestro cuerpo nos conforman, somos nosotros. La piel, en ocasiones, dicen más que nuestras propias palabras. A veces sólo hay que seguir las pistas genéticas.

Lisbeth avanza. Pasa de presa a cazadora. Busca, analiza y... comienza la película de Antena3 de las hermanas gemelas. Con otras subtramas de personajes que apoyan a Camilla (también conocida en su círculo como Kira), de denuncia de las fábricas en Rusia de ‘fake news’: noticias falsas y mentiras originadas por piratas informáticos capaces de propagar el odio racista e influir en las elecciones y las políticas de otros países a conveniencia, y un romance en el que se enreda Lis. con una mujer maltratada.  

El fuego lo consume todo. Los rastros, la ira y la emoción inicial que tenía antes de enfrascarme en la continuación de Millennium. La olla a presión va perdiendo su fuerza y nos dan un final a lo Disney. Ese combinado azucarado ha sido el motivo de mi tardanza para escribir mis impresiones, normalmente la pereza se mete en mis venas cuando la pasión se ha evaporado. ¿Por qué te han hecho esto Lisbeth?  

Conclusión: La trilogía original de Stieg Larsson es recomendable al 100% y lo dejaría ahí. La continuación de David Lagercrantz es absolutamente prescindible porque no le hace justicia a la saga Millennium.


Imagen portada del libro
Reseña de Saray Pavón

martes, 23 de marzo de 2021

Awakenings, de Die Stadt + SAS

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Quien me conoce sabe bien que la música electrónica no está ni remotamente entre mis predilecciones. Pero llega a mis orejones este proyecto y, de pronto, se ponen de punta, incluso con la versión Daytime Mix (ya os hablaré de esto). Awakenings es el resultado del encuentro, destino mediante, entre el sevillano Antonio Montilla (Die Satdt) y la holandesa Saskya Goewie (SAS) y vio la luz en diciembre de 2020. Lo sé, es tarde, la Criticueva no está pasando por sus mejores momentos y la dedicación a estos temas tan importantes no es todo lo intensa que quisiéramos. Volviendo al proyecto, como decía, resultó del encuentro en la mítica Plaza de la Alameda de Sevilla entre estos dos amantes de la cultura y la música. El proyecto comenzó a gestarse allá por el 2019 que tan lejano nos parece y, estando ya en su fase final, se topó, como tantos otros proyectos, con ese microscópico hijo de mil padres llamado SARS CoV-2. Así que tuvo que esperar para salir a respirar hasta el pasado diciembre. Por un lado, Die Stadt, que es más dado a los sonidos electrónicos y ambientales, pone la música de las cuatro pistas que componen el EP. Por otro, SAS, que se mueve por terrenos más orientados al pop/rock, confecciona la letra y las melodías vocales. Y ahora es cuando se pone más interesante. Porque es un EP que en realidad son dos. Dos mezclas distintas, cada una llevada al terreno de cada artista. El Daytime Mix, en manos de Die Stadt, está envuelto en un halo misterioso y evocador que llena de paz el ambiente. Para comprarlo, podéis pinchar en la imagen:

El Nighttime Mix de SAS aporta esa frescura y descaro del pop más actual. Además, esta mezcla incluye una pista extra. Pinchad en la imagen para pillar el disco:

 
No dejéis pasar esta obra que ha cautivado a un profano como yo. Y no olvidéis seguir, investigar, admirar a estos dos cracks.

Die Stadt pulula por aquí: Facebook, Bandcamp, Instagram, y la INTERNÉ de toda la vida

A SAS podréis encontrarla por estos lares: Facebook, Instagram, LA WÉ y El YouTú

 
Texto de Antonio Moreno
Imágenes capturadas de las webs de los artistas

lunes, 22 de marzo de 2021

Las manos de las cajeras

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Solo dios sabe por qué se me regaló el don de aprenderme de memoria las manos de todas las cajeras que me han atendido y cobrado alguna vez en mi vida. Es un don inexplicable, frenético cautiverio de los ojos. Cajeras del Carrefour, del Sabeco, de Alcampo, cajeras de todas las tiendas que he visitado, llevo vuestras manos en el disco muy duro de mi memoria. Manos grandes, pequeñas, manos tristes, alianzas, adornos, uñas de todas las formas y de todos los colores, venas bajo la piel, manos atadas a una máquina registradora, manos cansadas, uñas rotas. Falanges señaladas para trabajos poco señalados. Manos siempre pulcras, manos a veces de una belleza fulminante. Manos inesperadas. Siempre que voy con el carro de la compra, y dejo el azúcar y las galletas en el mostrador, y comienza la cajera el rito de coger con sus manos mi compra, me invade una rabiosa melancolía: miro esas manos que cogen lo que compro, esas manos esclavas, las mías que también lo son, las mías que sacan billetes de una cartera, las manos de ella, con sus uñas pintadas (he visto cien mil uñas encerradas en cien mil colores), los cambios, El Rey de España pasando de mano en mano, ausente él también con su efigie narcotizada, las estúpidas galletas, la abundante azúcar. Y es entonces cuando actúa mi memoria. Allí donde solo hay manos muy baratas en trabajos muy duros, yo me aprendo esas manos muy de memoria: dedo a dedo, alianza por alianza, uña a uña, cada falange, cada vena abandonada a su suerte, cada pliegue de la piel, cada forma delicada de los dedos.


Relato de Manuel Vilas
Imagen de Pixabay

sábado, 20 de marzo de 2021

Lisa Alvés

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Y yo era de esas, de aquellas, de todas las formas / y agarraba tiempos e intentaba congelarlos para / evitar que la vida fuese tan rápida, tan mínima, tan flash. // Tomé la carretera / inventé ternuras / armé estragos / y siento las que las fallas se tornaron fantasmas – es siempre un ida y vuelta / (una tercera de Newton). // Besé hombres sin dientes, / hombres que chupan la piedra / y después escupen en la mano para callar al Diablo. // Besé mujeres muertas, mujeres sin piernas y sin brazos – sirenas suburbanas / (capaces de seducir a la Luna y morirse en el Sol). // Yo era la caminante, / la cazadora de improbabilidades, / la especialista en vacíos, / la montadora de rompecabezas sin piezas. // Caminé con los fracasados / y aprendí el atajo rápido para la desesperación / para el detonante. // Hoy no hablo más que trece palabras por día, / soy de las supersticiones, de rezo bravo, del tipo / que teje la propia cuerda para envolver el pescuezo / después de una vida ruin. 


Poema de
Traducción de Alicia Louzao
Imagen de Pixaba