Es escuchar el primer acorde, menos de un segundo, y ya se me empieza a poner la carne de gallina. Este disco es, en mi humilde opinión, lo mejor que se ha compuesto en lo que llevamos de siglo y está en un top bastante selecto de la historia de la música en general. Tiene muchos temas increíbles que emanan ese metal progresivo con clase y con un estilo propio y está perpetrado por unos músicos de un nivel ridículamente extraordinario. Y me gusta todo él minutaje del álbum. Pero esta canción me atraviesa el alma siempre que la reproduzco y se me hace muy difícil escuchar cualquier otra cosa después. Se clava como un anzuelo y cuesta sacarla. La única pega es que no tuvimos la suerte de disfrutarla en la edición europea. De hecho, los únicos afortunados fueron los japoneses. Fue en tierras niponas donde se incluyó como bonus track. Pero vivimos en la era de la globalización, así que no es muy complicado encontrarla y disfrutarla (aunque te destruya por dentro).
No hay mitología detrás, ni literatura, ni siquiera filosofía. Tan crudo como una despedida. Simplemente eso, un adiós a la vida, el fin de los días visto con resignación y melancolía. Una letra sencilla y directa sobre una melodía que encoge el corazón del más valiente. Porque, seamos sinceros, todos, en mayor o menor medida, tememos a la muerte.
Silent is the rain
Washing pain away
Flowers turning grey
No more tears to cry
Nothing more to hide
No more wasting time
Goodbye to you
Goodbye everyone
Goodbye everything
Goodbye brave new world
Carry the morning
I'll see you there. Somewhere
No more struck by words
Or the sound of birds flying
No regrets or anger
No more secret smiles
Nothing more to bring
No more songs to sing
I'll meet you there. Somewhere
Goodbye to you
Goodbye everyone
Goodbye everything
Goodbye brave new world
You must carry the morning
I'll see you there. Somewhere
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