-Poeta...
-Sí, señor. Poeta. Y de repente, mientras lucho con vos, ¡hop!, improvisando, os compondré una balada.
-¿Luchando?
-Voy a heriros, señor, en el último verso.
-No.
-No... Balada del duelo, que en tono perverso, el Señor de Bergerac tuvo con un cretino. Primer capítulo.
-¿Qué es eso exactamente?
-Es el título.
El texto es parte del sublime guion de Jean-Claude Carrière y Jean-Paul Rappeneau
Imagen obtenida de Alternate Ending
Aunque la imagen no se corresponda con el momento exacto de lo que señala el texto, me parece un símbolo muy significativo del preludio. Todo ese regodeo verbal previo a la tragedia que atiende más a la falta de ingenio de su supuesto rival que al hecho en sí de haber sido insultado. Tras salir a la calle y conducir la situación hasta el enfrentamiento, suelta esta prenda. No se puede humillar a alguien de forma más elegante. Y mucho más meritorio hacerlo sin guantes, ni cintas, ni lazos.
Breve aclaración de Antonio Moreno
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