no lejos de la casa.
En el jardín, ave del paraíso
sin alas ni horizonte, la strelitzia
ha comenzado a florecer.
El frío es denso aún; pero ella insiste.
Su corazón no sabe de estas cosas.
Y en esa obcecación
le va la vida.
Poema de Agustín Pérez Leal
Fotografía de Marc Holcroft
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