un día arriba
y otro abajo.
Mezcla de melancolía,
tristeza y esperanza.
Pasan los abrazos
como si nada,
rehúye el soplido
tras los besos
y quedan perdidos
los mordiscos a los labios.
Siguen sin caer las hojas
y los esfuerzos
en levantar cabeza
se diluyen
en ventiscas imaginarias
y picaduras de mosquito.
Cambia el sabor del café
al recordar que no estás,
que pensé tenerte
y no alcancé
ni a respirarte.
Duele la cabeza
de solo pensar
en cuántas listas
tenemos por hacer.
Y no haremos ninguna
y ambos lo sabemos.
Como sabemos
que tú eres de Sol
y yo de Luna,
que tú eres de espalda erguida
y yo de encorvamiento,
que tú eres las estrellas
y yo no llego ni a materia negra.
Tú y yo,
un día juntos
y otro no.
Mezcla de té,
valeriana y café.
Ismael Aguilera Gómez nace en Alcalá de Guadaíra, uno de los grandes municipios de Sevilla, en 1995 y, desde entonces, habita la provincia visitando parques y bares, antes tomando zumos y montando en los columpios y ahora con litros y jugando a imaginar cómo funcionan los agujeros negros. La vida le ha llevado a aprender a abrir botellines con un folio, habilidad que ha resultado crucial a la hora de terminar la carrera de Comunicación Audiovisual en la Universidad de Sevilla. Apasionado al café solo y a la literatura desde que descubrió que un libro puede ser un reflejo de uno mismo.
y otro abajo.
Mezcla de melancolía,
tristeza y esperanza.
Pasan los abrazos
como si nada,
rehúye el soplido
tras los besos
y quedan perdidos
los mordiscos a los labios.
Siguen sin caer las hojas
y los esfuerzos
en levantar cabeza
se diluyen
en ventiscas imaginarias
y picaduras de mosquito.
Cambia el sabor del café
al recordar que no estás,
que pensé tenerte
y no alcancé
ni a respirarte.
Duele la cabeza
de solo pensar
en cuántas listas
tenemos por hacer.
Y no haremos ninguna
y ambos lo sabemos.
Como sabemos
que tú eres de Sol
y yo de Luna,
que tú eres de espalda erguida
y yo de encorvamiento,
que tú eres las estrellas
y yo no llego ni a materia negra.
Tú y yo,
un día juntos
y otro no.
Mezcla de té,
valeriana y café.
Ismael Aguilera Gómez nace en Alcalá de Guadaíra, uno de los grandes municipios de Sevilla, en 1995 y, desde entonces, habita la provincia visitando parques y bares, antes tomando zumos y montando en los columpios y ahora con litros y jugando a imaginar cómo funcionan los agujeros negros. La vida le ha llevado a aprender a abrir botellines con un folio, habilidad que ha resultado crucial a la hora de terminar la carrera de Comunicación Audiovisual en la Universidad de Sevilla. Apasionado al café solo y a la literatura desde que descubrió que un libro puede ser un reflejo de uno mismo.
Poesía de Ismael Aguilera Gómez
Imagen de Pixabay
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