¿A quién no le ha pasado que le salude alguien y no sepa quién es? A mí muchas veces, demasiadas. Parece que llevara hasta el extremo aquella frase que decía Groucho Marx de "nunca olvido una cara, pero con la suya haré una excepción". No lo hago a posta, supongo que es falta de atención o un mecanismo mediante el cual me quedo con los rasgos generales en vez de con los concretos y claro, como alguien sea medianamente vulgar... malo, muy malo.
Este pequeño problemilla te coloca muchas veces ante situaciones incómodas. He llegado a mantener conversaciones de media hora con personas que no sabía quiénes eran, pero que parecían conocerme bien por su trato cercano.
Que sí, que a lo mejor después de un rato pienso: "me suena de algo, pero no consigo ubicarlo". Y mientras, sigues sonriendo y asintiendo procurando no hacer preguntas muy personales que puedan delatar que estás totalmente perdida, que casi no escuchas lo que te están diciendo porque estás concentrada en saber quién carajo es esa persona que tienes delante. A veces es chungo, sobre todo cuando la persona en cuestión te mira y te dice: "no te acuerdas de mí ¿verdad?", "¡hombre claro que sí! ¿cómo no me voy a acordar?" Pues no, no me acuerdo. Por suerte de vez en cuando aparece algún colega que dice su nombre, o que después de verte hablando con quien sea te dice: "ese era tal ¿no?" "¡Siiiiii! Joder, menos mal que me lo has dicho, llevo media hora intentando averiguarlo".
Que sí, que a lo mejor después de un rato pienso: "me suena de algo, pero no consigo ubicarlo". Y mientras, sigues sonriendo y asintiendo procurando no hacer preguntas muy personales que puedan delatar que estás totalmente perdida, que casi no escuchas lo que te están diciendo porque estás concentrada en saber quién carajo es esa persona que tienes delante. A veces es chungo, sobre todo cuando la persona en cuestión te mira y te dice: "no te acuerdas de mí ¿verdad?", "¡hombre claro que sí! ¿cómo no me voy a acordar?" Pues no, no me acuerdo. Por suerte de vez en cuando aparece algún colega que dice su nombre, o que después de verte hablando con quien sea te dice: "ese era tal ¿no?" "¡Siiiiii! Joder, menos mal que me lo has dicho, llevo media hora intentando averiguarlo".
Y es que además, cuando a eso le sumas que la gente suele acordarse de ti, la cosa se complica. Te van a presentar a alguien que es totalmente nuevo para ti y de pronto suelta: "si ya nos conocimos en no se dónde"... ¿en serio? No te he visto en mi vida... "Que sí hombre, el día que tal y cual"... ah sí... claro, si tú lo dices... (sonido de grillos).
He llegado a desdibujar en mi mente incluso los rostros de gente que me gustaba... Ainss qué guapo es... con esos ojos... ¿cómo eran sus ojos?, esa sonrisa... (podrían faltarle dientes y ni me acuerdo) ese... ese... mira mejor busco en Facebook una foto porque así no hay forma, porque para mí que me estoy imaginando a Paul Walker y no, va a ser que no conozco a ningún tío que se le parezca (por desgracia). Porque eso sí, a Paul Walker lo recuerdo perfectamente, que en paz descanse tanta belleza.
Claro, con eso de olvidarme de las caras, soy lo que mi padre llama un "Espinete", voy saludando a todo el mundo por la calle, porque oye, lo mismo lo conozco y está feo no dar los buenos días.
Como vayas con alguien la situación se torna graciosa: "¿Quién era?" , "No tengo la más remota idea, tú sigue caminando y no mires atrás".
Como vayas con alguien la situación se torna graciosa: "¿Quién era?" , "No tengo la más remota idea, tú sigue caminando y no mires atrás".
También están los compañeros de trabajo. Esos que aseguran haber coincidido contigo en varias ocasiones, que hasta tienen anécdotas que contar y tú claro... te ríes y lo confirmas jajaja verdad qué bueno fue... y qué bueno sería que me acordara de ti y no que te estoy viendo por primera vez y estoy rezando porque alguien venga y te llame por tu nombre para no quedar mal. Porque esa es otra... los nombres. He tenido que hacer un esfuerzo nemotécnico para evitar olvidar los nombres, pero a veces es que se me escapan y lo mismo la media hora que me pego con esa persona que no sé quién es, se convierte en otra media hora más, una vez que ya la reconozco, para recordar cómo se llamaba. Y ahí está otra vez el colega preguntándote: ¿ese quién es? Puff... si lo supiera te lo diría, pero es que después del rato que llevo buscando en mis archivos de qué lo conozco, mucho me pides ya si encima tengo que darte el nombre...
Porque eso sí, tu nombre se lo sabe todo el mundo: "¿Mayte? ¡Tía que de tiempo!"... y tanto... toda una vida diría yo... Eso es lo que piensas, claro, pero está feo decirlo, así que te haces la loca: Eeeeeh, ¿qué tal? ¿Qué es de tu vida? (Cuéntamelo todo a ver si así voy atando cabos).
En fin, tampoco quiero ahora que la gente piense que no me acuerdo de nadie... eso sería ya un problema a gran escala. Además he podido comprobar que afortunadamente (mal de muchos, consuelo de tontos) no soy la única a la que le pasa; así que si tú también tienes ese problema no te preocupes, ¡échale cara al asunto!
Texto y Fotografías: Mayte Nékez
De verdad que es una situación muy violenta ja ja ja ja ...yo opté por sincerarme a la primera...y a propósito, de donde nos conocemos? ja ja ja ja
ResponderEliminarA mí también me pasan esas cosas, pero lo peor es cuando vas a presentar a alguien y te quedas en blanco (contra, que no me acuerdo cómo se llama).
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