Y atisbo en mi memoria los recuerdos de una vida,
como el eco que reverbera
en las megalíticas paredes del Olvido.
Empequeñecido a fuerza de golpes,
sobreviviendo solo,
solo,
como restos de lo que fue
o tal vez,
de lo que pudo ser.
Y atisbo en los recovecos más inhóspitos de mi alma
esperando encontrar el instante exacto,
el momento preciso de esas palabras,
de tu voz,
de ti.
Y temo que quizás,
sólo tal vez,
como el eco,
nunca salieran de tu boca.
nunca salieran de tu boca.
Texto de Migue Carrión
Foto de A. Moreno
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