Llevar a la letra a su máxima desnudez, y no solo rozando la ruptura
del bouma, sino rompiéndolo directamente. Romperemos la arquitectura de
la letra dejando cierta evidencia de lo que fue, de lo que es y de lo
que puede ser.
El vacío es el que irá articulando la frase y nos hará entender que al existir el mismo (nuevo, provocado) se genera un espacio diferente.
El vacío requiere de otros elementos para generar ese espacio, en este caso esos elementos serán las letras. Al provocar estos vacíos dentro de las mismas generamos otros elementos nuevos que a su vez generan un nuevo espacio.
Intervención realizada en la escuela de arte de Sevilla.
Texto e imágenes: Beatriz Pavón
0 críticas :
Publicar un comentario