miércoles, 17 de septiembre de 2025

Rincones

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26/05/2021
Hay un rincón que no te has parado a mirar. Pasas junto a él y no lo ves. Te fijas en la basura que hay a su lado. Tal vez un olor nauseabundo se desprenda de ella. Y tratas de pasar rápido y sin respirar. Pero ahí está. Fíjate la próxima vez. Mira su belleza. Porque la tiene aunque se empeñen en ensuciarlo. Rescátalo. Disócialo de esa porquería que le echan casi encima. Alrededor. Poco a poco verás los árboles que crecen allí. Oirás los pájaros que revolotean entre sus ramas. Querrás que esté limpio el espacio que le rodea. Y tal vez emprendas acciones para conseguirlo. Pero lo que es seguro es que ya no mirarás ese rincón de la misma forma. Esto pasa fuera de nosotros, pero también dentro. Tenemos rincones especiales que nos empeñamos en no ver. Rodeados de basura mental con la que nos autocastigamos. Incluso puede que castiguemos a otras personas. Pero no se nos ocurre mirar ese rincón, valorarlo y limpiar lo que le rodea. Y sin embargo eso sería el principio de nuestro bienestar.

Texto e imagen de Maite Márquez Martín

martes, 9 de septiembre de 2025

Diferente

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02/05/2021
Porqué ser igual a todos si se puede ser diferente. A veces es la naturaleza la que marca la diferencia. Una gran hoja que nace del corazón mismo de la flor. Otras, elegimos distinguirnos. Con algo que afecte a nuestra apariencia o a nuestra forma de comportarnos. Pero cuando convertimos ser diferentes en una prioridad, eso termina esclavizando. Nos hacemos dependientes de la necesidad de distinguirnos. La realidad es que somos seres únicos. Aunque podamos tener cosas en común. No hay que hacer nada para ser diferentes, porque ya lo somos.

Texto e imagen de Maite Márquez Martín

viernes, 5 de septiembre de 2025

Man in the mirror

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Man in the mirror

I'm starting with the man in the mirror.
I'm asking him to change his ways
M.J.

Vernos a ambos lados del espejo.

Sentir que somos distintos.

Saber que somos lo mismo:
un trozo de dolor que canta*,
una cicatriz que llora,
un poeta que ama,
un humano que lo intenta.




*Verso creo que de Fausto Botello de las Heras (1932-2013) citado por Francisco Gallardo Gil en 'Años de piedra', Cuadernos de Poesía Númenor, 2000.
Texto, audio e imagen de Álex Ruiz.
Música gratuita de fiftysounds: Gymnopédie nº 1, Satie

lunes, 1 de septiembre de 2025

Laberinto

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25/05/2021
Salir de un laberinto, aunque sea de girasoles, levanta la autoestima. A veces podemos entrar por voluntad, por imprudencia, exceso de confianza, curiosidad. Entrar es fácil, lo difícil es salir. Y en ocasiones, cuanto más nos movemos, más nos perdemos. Porque no es cuestión de moverse, sino de ver hacia dónde. De probar, retroceder si nos equivocamos y elegir otra opción. Movernos sin ton ni son, nos agota. Así que si te agota es que tu movimiento es improductivo. La opción es pararte en ese caso. Hasta saber hacia dónde ir. O al menos elegir un camino distinto al que se lleva. Ésa opción ya has comprobado que no sirve, descártala entonces. Ya te quedan menos por probar. Y encontrarás la salida del laberinto y te darás cuenta que de camino has fortalecido tu inteligencia.

Texto e imagen de Maite Márquez Martín

jueves, 28 de agosto de 2025

AQUÍ

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AQUÍ

Aquí debo estar.
Afirmas
mientras los invasores
echan abajo las murallas.

Aquí quiero estar.
Declaras
mientras comienza el saqueo
y la matanza.

Aquí merezco estar.
Susurras...
mientras arden edificios
y cadáveres.

Aquí,
           justo aquí.
Callas
mientras te sientas sobre las cenizas
de lo que fueron tus dominios,
sobre la devastación de tu alma.

20/06/2025


Texto, audio e imagen de Álex Ruiz.
Música de fondo de uso libre de www.fiftysounds.com. Obra: Vulcano.




lunes, 25 de agosto de 2025

Vives ya en Matrix, de Jose Fraidías

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Así es amig@. Tú vives en Matrix ya, y no lo sabes. Aunque estamos cerca de ese 2019 en el que en BladeRunner los coches volaban y en 2018 aún no vuelan, tú estás dentro de una máquina que succiona tu vida y a cambio te ofrece chutes de falsa endorfina a modo de pastilla roja o azul, o de otros colores. Este Matrix, dominado por la tecnología, en el que gobiernos y grandes corporaciones por igual dictan lo que vemos, oímos, leemos, compramos, queremos… Y con nuestra absoluta y total connivencia, ajenos a lo que ocurre como si no fuera con nosotros. ¿Creéis que exagero? Seguid leyendo entonces y luego lo pensáis, aunque sea un poquito más de lo que se pensó Neo coger la pastillita de la mano de Morfeo…

Eres una persona esencialmente feliz con tu smartphone, tu tablet o tu portátil, leyendo noticias en Facebook, viendo los tuits de los tuiteros de moda, comprando cositas en Amazon o Aliexpress que has visto recomendar a algún youtuber, instagramer o blogger, hablando por WhatsApp con ese amigo al que hace tiempo que no ves… La tecnología es maravillosa. Igual puedes sobrecogerte de un terremoto grado 7 en la escala Richter en una punta del mundo que enternecerte con el nacimiento de sixtillizos en la otra punta, y eso mola tanto como darle un “like” a alguno de los que antes mencionaba. Y ya si ese “like” es para ti, porque estás contando, exponiendo públicamente tu vida y milagros en la inmensidad anónima de internet, entonces ya es el acabose a nivel mental. Supremo. Deleite absoluto. Y mentira absoluta. Porque esas noticias que lees en las redes sociales no te molestas en contrastarlas; esos tuiteros tan graciosos probablemente están plagiando la creatividad de alguien que no querrá (porque es alguien inteligente) publicar nada ingenioso en la marabunta internáutica; esas cosas que compras online porque tal o cual influencer pagado por multinacionales te asegura que es lo más de lo más no es realmente lo que quieres, pero lo acabarás comprando igualmente porque es cool; y ese amigo al que hace tiempo que no ves y con el que hablas por WhatsApp vive dos calles más allá de la tuya, pero mola más mandarle GIFs y emojis que contarle las cosas a la cara con una cerveza o un café. Todo gracias a la maravillosa tecnología, que te lo pone todo al alcance de tu mano, jamás mejor dicho que ahora.

Quedar con ese amigo para contarle lo que te pasa cara a cara no es moderno. Comprar en una tienda física y buscar lo que te gusta entre muchas cosas, con tu propio criterio, no es cool. Leer una noticia en una red social y quedarte con ella como verdad absoluta es ley. Y todo gracias a este montaje, un esperpento a nivel mundial, orquestado desde el principio de los tiempos por unos pocos para controlar a otros muchos, sólo que con unos medios que esos pocos jamás soñaron y ahora manejan a su antojo para feliz desgracia nuestra. Una auténtica máquina de ordeñar nuestros cerebros y sobre todo nuestros bolsillos, lo primero ansiado por los gobiernos para perpetuarse en el poder, lo segundo por las empresas mastodónticas que se benefician directamente de esos gobiernos con leyes absurdas que en vez de ir a favor de las personas van directamente a llenar las arcas de multinacionales cada vez más ricas, podridas de dinero… Dinero que extraen metódicamente de nuestra cartera.

Querid@ amig@, hazte sólo alguna de estas preguntas cada vez que en tu quehacer diario tengas que echar mano de la tecnología: ¿Es esta noticia verdadera? ¿Lo que cuenta esta persona lo ha pensado o lo ha copiado? ¿Verdaderamente necesito esto que voy a comprar, o habrá algo que no está ahí online que sea mejor? ¿Es mejor mandarle emojis a ese amigo que invitarle a un café y contaros cómo os va la vida?

Y sobre todo pregúntate si cada vez que un dato tuyo pasa por internet sabes a dónde va a parar, porque te sorprendería (y no para bien precisamente) saber lo que saben de ti todos los gobiernos y esas grandes empresas. Maldita esa tecnología que puede salvar vidas en un hospital según dónde vivas y el tamaño de tu cartera, o en la carretera porque el coche que te puedas permitir tenga tal o cual ayuda a la conducción realmente necesaria en caso de accidente en vez de una pantallita de 8” para ver bien el logotipo de los 40 principales mientras oyes la radio. Bendita la tecnología de a diario, diseñada expresamente para encarcelar la mente de mujeres y hombres en un Matrix que no tiene nada de virtual, sino que es muy, muy real… Y que tienes en la palma de tu mano tan idiotamente feliz, somatizado.

Recuerda estas letras cada vez que tengas a alguien conocido delante y te des cuenta de que no les estás prestando la más mínima atención a lo que te dice porque en tu mano tienes tu Matrix particular, donde te sumerges, te zambulles, naufragas y te dejas ir hasta el fondo. Porque así es amig@, los coches no vuelan pero tú vives en Matrix. Y si no lo sabes ya después de leerme y pensar un poco en ello mereces quedarte ahí.

Para siempre.